may 062016
 

Ernesto-Oroza-Two-Wall clocks

Acumular es prever, es prefigurar y responder con antelación a nuestras necesidades.

Acumular no es guardar cosas, es acopiar ideas de uso, soluciones constructivas, sistemas técnicos y arquetipos que florecerán durante una crisis.

Al acumular creamos un mapa mental de lo acopiado, un eco de las potencialidades de cada objeto o fragmento guardado.

La acumulación propone un nuevo ritmo a las prácticas productivas familiares y este tempo nuevo que las rige les otorga el caracter de un fenómeno productivo paralelo.

Al reparar y reusar revisamos al objeto y a la cultura industrial desde una perspectiva artisanal.

Acumular artefactos rotos es un gesto manual que empuja “lo industrial” al realmo popular de las manualidades, evacuando las distinciones entre el TV, la piedra y la semilla.

La acumulación no es un acto pasivo, es creativo. Es la acción que inicia la producción familiar en contextos precarios.

Al acumular objetos o partes de estos, porque nos fiamos de sus potencialidades, los reunimos bajo una categoría nueva: objeto-materia prima.

Al acumular un objeto o sus partes, se aplaza el momento de su desecho, se elude el ciclo de vida asignado por el diseñador, la industria o el mercado.

Todo objeto puede ser reusado, incluso en un contexto diferente a aquel para el cual fue diseñado.

Al usar una rama para alcanzar un fruto, o un libro para calzar un mueble no importan los valores retóricos del objeto empleado.

Cuando se necesita dejar la puerta abierta, con una piedra, solo importa su peso.

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